El aceite de oliva virgen extra se ha convertido en uno de los productos más valorados en el mercado gourmet y de alimentación artesana. Y no ha sido solo por tratarse de un producto saludable, sino también por el sabor que aporta a nuestras recetas en dependiendo de la variedad que usemos tanto en crudo como frito o en asados.
En este post queremos hablar de las dos principales variedades de aceite de oliva producidas por nuestra cooperativa: la proveniente del empeltre y de negral, o negrala.
¿Qué caracteriza al aceite de oliva de Navarra?
Cuando pensamos en la producción de aceite de oliva virgen extra en España normalmente nos vamos al sur, a Andalucía, donde las marcas presumen de origen y tradición.
Sin embargo, Navarra, concretamente la Ribera, tiene una tradición larga y desconocida de producción de aceite de oliva en comparación con el sur.
Aunque el norte de España se caracteriza por ser más húmedo y frío, el sur de Navarra, concretamente lo que se conoce como la Ribera, posee el clima propicio para producir aceites de oliva de distintas variedades y de la mejor calidad. Vivimos entre el Moncayo y el desierto de las Bardenas, algo muy valorado desde tiempos de los romanos.
Los primeros olivos que se plantaron en nuestra tierra se extendieron gracias a los romanos y posteriormente a la civilización islámica. Fueron ellos los que arraigaron la tradición aceitera en Navarra que no ha dejado de mantener sus bases incluso después del periodo de industrialización del siglo XIX.
Algunos de los olivos milenarios que nos quedan son, de hecho, de la variedad negrala y empeltre.
Negrala y empeltre, dos aceitunas alternativas a la arbequina para el aceite de oliva
Si cuando pensamos en aceite de oliva virgen lo ubicamos en el sur de España, también puede que solo pensemos en la arbequina, una de las variedades de aceituna más populares para las almazaras por su sabor suave y sus niveles de picor y amargor bajos.
Pero además de aceite de oliva arbequina, los olivos de Navarra tienen mucho más que ofrecer, empezando por dos variedades cada vez más valoradas en las mesas gourmet por su sabor característico.
Para un aceite de oliva de sabor suave, el empeltre
El aceite de oliva virgen hecho con olivas de variedad empeltre se caracteriza a primera vista por sus tonos dorados o de amarillo intenso. En cuanto al sabor, se conoce por sus notas a frutos secos y tonos afrutados que recuerdan a la manzana.
Es un aceite fácil de consumir por su suavidad en el paladar. No destaca por tener su picor ni por su amargor, lo que lo convierte en una buena alternativa tanto para su consumo en crudo como para cocinar.
Quienes busquen probar en el mundo del aceite de oliva artesano y los productos gourmet, encontrarán en la variedad empeltre una buena forma de iniciarse.
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Para un amargor y picor más intenso, la negrala
La variedad de aceituna negrala es más popular en la zona de Aragón que en Navarra. Allí la conocen como oliva negral o “negral de Sabiñán”, una zona algo más al sur que la Ribera navarra.
Su color es más oscuro que el aceite arbequina o empeltre. Es muy valorada por su amargor y picor bastante más intenso que otras variedades de oliva, por eso su principal uso es como oliva de mesa.
Ahora mismo, la Cooperativa Nuestra Señora del Rosario es una de las pocas almazaras que han apostado por producir aceite de oliva negrala. Lo hemos hecho para poder ofrecer un aceite mucho más intenso para paladares más exigentes que busquen un zumo con carácter para consumir en crudo.
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